lunes, 19 de enero de 2015

Fanáticos invierten altas sumas en comprar videojuegos “retro”

El héroe acaba con el villano, Mario rescata a la princesa; Sonic vence a su adversario, luego de horas de intentos frustrados… La pantalla marca el fin de la partida. Miles de consolas de videojuegos descansan por unas horas. ¿Termina la acción? En una comunidad de coleccionistas, no.
Y es que los integrantes de este tipo de grupos son capaces de invertir altas sumas de dinero en consolas de videojuegos "retro”, que ya no se adquieren con facilidad en el mercado; además que hay quienes hasta apelan a préstamos de urgencia para poder comprar el objeto deseado.
Si se tuviera que trazar el perfil de un "gamer retro” boliviano (fanático de videojuegos antiguos) -comenta el especialista Juan Carlos Erquicia- éste tendría los siguientes rasgos: sería una persona nacida en los 80, que cuenta con poder adquisitivo para comprar aquello que no pudo tener en su infancia, y que, además, está conectado con sus similares a través de internet.
La pasión, las inversiones

En Santa Cruz vive el coleccionista que pagó más de 11 mil bolivianos por una consola. Es Juan Miguel Rosado (30), quien cuenta que en su juventud siempre quiso una estación de juego "Rare Neo Geo Aes Gold System”.
Para él se trataba de un objeto de "deseo inalcanzable”. Pero fue en junio del año pasado cuando decidió ir a por ella, cuando se enteró que iba a ser subastada. La inversión final ascendió a 11.200 bolivianos.
"Todo el mundo me dice que estoy loco, pero así es el coleccionismo”, comenta Rosado. Este cruceño cuenta que gastó más de 15 mil dólares en armar su colección de "consolas retro”, la cual cada día crece.
Bruno Cocarico (20), oriundo de La Paz, cuenta que en una oportunidad se prestó dinero para conseguir dos consolas. En esa ocasión, también pidió un adelanto en su trabajo para reunir los cinco mil bolivianos necesarios para cumplir ese sueño.
Entre otras de sus metas cumplidas está el haber adquirido una consola Master System SEGA de 1985, aunque a un precio alto.
Asegura que desde que la adquirió, nunca se animó a sacarla de su empaque "para que no le pase nada”.
Conexión con la niñez
Cual controles hechos a escala pero de felpa, en la casa de Josué Pinto (34) reposa un par de almohadas caracterizadas como los mandos de una consola de Nintendo. Recuerda que cada una la consiguió a 120 bolivianos, y sostiene que son "únicas”.
Pinto habla con nostalgia. Recuerda que comenzó a armar su colección de videojuegos hace un par de años, con el fin de satisfacer a su niño interior.
"De ahí nace mi deseo de querer recuperar lo que hace un tiempo tuve, o no tuve. Por ejemplo, me compré el Nintendo 64, que ése sí fue un sueño de infancia cumplido”, asevera.
Al igual que Pinto, David Peña (33) considera que los juegos electrónicos representan "un vínculo” con su niñez.
"Jugaba mucho GameBoy. Es increíble que no esté ciego a estas alturas”, bromea.
Peña lleva más de 15 años coleccionando consolas y juegos portátiles. Para él, ya no se trata de juegos, moda o pasatiempos de "nerds”, sino de todo un movimiento cultural.
El enlace entre ellos
En el país existen más de 7.000 aficionados a la colección de consolas y artículos relacionados a los videojuegos. Se vinculan a través de una comunidad virtual en Facebook llamada Nintendo Bolivia.
Luis Eduardo Tapia (28), más conocido como Yayolink, es uno de los administradores de esa comunidad. Su colección de SEGA empezó a tomar cuerpo hace muchos años y hoy en día se considera "Fanboy” de ésta.
Mijail Soliz Toranzo, que es de Cochabamba, al igual que Yayolink, también se ocupa de administrar este grupo y se declara fanático del juego Sonic de SEGA.
Su meta -comenta- es conseguir lo más que pueda de artículos del "erizo azul”.

Soliz asegura que el coleccionar videojuegos, consolas y artículos relacionados es una actividad muy grande en el país.

Bolivia carece de legislación sobre venta de videojuegos
Trueque y subastas en la red

Las consolas de videojuegos que datan de hace más 40 años ya no se comercializan en el mercado. Pero eso no es un problema. Un grupo de aficionados creó una comunidad virtual para comercializar o hacer trueque con artículos que ya no están a la venta.
La comunidad se llama Nintendo Bolivia, y está integrada por más de 7.000 coleccionistas, quienes están vinculados a través de un grupo de Facebook que lleva ese mismo nombre.
Estos fanáticos comparten la nostalgia de la niñez y un estilo de vida: amor por los videojuegos, sobre todo a los "retro”.
La venta directa, el trueque o una subasta interna, son las formas de adquirir un artículo o consola, respecto de la que quizá ya no aguardaban esperanza de conseguir.
Nintendo Bolivia tiene sus reglas claras y visibles. Los principios por los cuales se rige esta comunidad se basan en el respeto. Uno de los administradores, Mijail Soliz, asegura que en este grupo cada miembro es "considerado y cumplido”.
"Básicamente no hay ningún requisito previo. El comportamiento del miembro en el grupo define su permanencia”, destaca.
El principal administrador y creador del espacio, Eduardo Zurita, explica que los artículos de videojuegos y las consolas "retro” se adueñaron de este "lugar” cibernético.
"Se masificó dentro del grupo la gente que colecciona y tiene como hobby lo que es obtener juegos y consolas que alguna vez tuvieron en la infancia”, asegura Zurita.
Según éste, la comunidad cuenta con 7.339 miembros. Los participantes más activos pertenecen a Santa Cruz, seguido por los "gamers” paceños y los usuarios cochabambinos.
Destaca que hay miembros de los nueve departamentos del país, y que incluso hay suscriptores bolivianos en varias partes del mundo.
Potenciar colecciones
Una de las finalidades de estos amantes de los videojuegos es potenciar las colecciones personales que tiene cada miembro, a la vez que se comparte, siempre de forma solidaria, aquellos ítems que sean requeridos por el otro, siempre y cuando se llegue a un acuerdo mutuo de transacción.
Los "post” o publicaciones se generan a cada hora del día y por diferentes usuarios.
Los mejores horarios para publicar ventas directas de artículos, consolas o para iniciar una subasta son entre las ocho y diez de la noche, según Soliz. Para aquéllos nostálgicos el regreso de sus héroes puede estar a un click de distancia.
Según cifras brindadas por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior, tan sólo el 2014 el mercado formal de videojuegos movió 1.027.057 de dólares en importaciones. En Bolivia aún no existe legislación relacionada a la venta de videojuegos tal como sucede, por ejemplo, en Chile.

Punto de vista
Juan carlos erquicia
Especialista en videojuegos
"Nintendo es una figura idolatrada”
Todo el coleccionismo de Nintendo es muy importante ya que se ha hecho una figura idolatrada de lo que es Mario y su creador Sthigeru Miyamoto. En nuestro mercado he podido observar que los casetes de Super Nintendo se venden a 200 y 300 bolivianos de los que están en muy buen estado. Pero es un fenómeno global. Si se busca una consola de Nintendo en Ebay o Amazon estas pueden llegar a costar muchísimo dependiendo del año en que se han facturado, la edición. Gente que de verdad conoce el coleccionismo obviamente lo aprecia. También hay un culto por sagas, en PlayStation la gente busca Metal Gear Solid. En el caso de Xbox Gears of war podría ser una de sus sagas favoritas; sin embargo, ellos lo venden en dos o tres dólares en Estados Unidos. O sea ya no se puede hacer coleccionismo porque cuesta muy barato. Nintendo es el mejor ejemplo de algo que sí se vuelve al coleccionismo y al fetiche de lo que es la colección.

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