"Creemos que la juventud tiene una mente abierta y flexible. Creemos que se pueden implementar alternativas a la producción ganadera y alternativas al monocultivo; Ellos después podrán educar a la población en general e incentivar al resto de los jóvenes, a sus padres y al resto de la sociedad", aseguró Alexandre Laprise, consejero en comunicación audiovisual de Oxfam y uno de los creadores de esta herramienta lúdica.
El juego virtual tiene muchos elementos multimedia. Ingresando al sitio www.miparcela.org es posible registrarse mediante una cuenta email o a través del Facebook, entonces la plataforma da la bienvenida con un diseño llamativo y un contenido didáctico. Una vez que uno accede al juego se constituye en responsable de una hectárea de tierra o parcela y es cuando se van recreando diversos escenarios que son efecto de las determinaciones que vamos tomando. Por ejemplo, es posible cultivar productos como el cacao y otras plantas del lugar, con el fin de cuidar la tierra y combatir el desgaste que provocan los monocultivos.
Laprise explicó que inicialmente se llegará con el juego a unos mil jóvenes y que el objetivo es llegar con este instrumento a otras unidades educativas, para socializar esas buenas prácticas al resto de la comunidad estudiantil.
"Queremos incentivar a la gente a continuar con actividades productivas siempre y cuando se dé de manera responsable, equitativa y respetuosa. Con el fin de acercarnos más al ideal de decir: ´usamos el bosque pero sin destruirlo´, así el bosque continúa capturando carbono y creando oxígeno", agregó.
Vencent Vos investigador de Cipca explicó que la iniciativa está basada en los contenidos del libro "Sistemas agroforestales en la Amazonía boliviana", que se constituye en una investigación basada en experiencias locales que devela diversas prácticas destinadas a conservar el medio ambiente y generar prácticas autosostenibles que ayudan a la economía y subsistencia de las comunidades del lugar.
Pero los contenidos y situaciones que se describen en el juego también son resultados del trabajo realizado por Oxfam a partir de la recuperación de las historias de vida de productores agroforestales que inspiraron y fueron plasmadas en el juego, por ejemplo: "una historia común es la de la gente del lugar que recibió parcelas degradas por monocultivos o por la práctica ganadera, por lo tanto empezaron con algo muy poco productivo pero a lo largo de los años han desarrollado ideas para mejorar esa tierra y al final de cuentas lograron una tierra sumamente lucrativa y provechosa", explicó Laprise.
Esa situación es una de las que se recrean en el juego, él o la joven que ingresa al juego se encuentra con una parcela virtual, una hectárea de bosque en la Amazonía y puede decidir qué tipo de plantas quiere cultivar, qué animales desea criar, para desencadenar en la implementación de un agrosistema.
El juego también enfrenta al usuario a diversos tipos de desastres naturales o antrópicos, y es necesario enfrentarlos con diversas opciones que presenta el juego, como trabajos comunales, por ejemplo.
Posteriormente se tienen resultados de tales determinaciones, en relación a la producción, a cómo garantizar la seguridad alimentaria de la familia o lograr salvar el equilibro ambiental del lugar.
En los sistemas agroforestales las familias campesinas e indígenas producen una gran diversidad de cultivos anuales y árboles frutales, maderables y medicinales, con un enfoque de diversificación, y desarrollo integral y sostenible que combina propósitos económicos con objetivos sociales, culturales y políticos, en un marco de gestión integral de bosques y suelos.
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