jueves, 20 de abril de 2017

Del juego al vicio hay una sola tecla



Todo comenzó con un juego y terminó en un vicio. Aislado en un rincón de su oscura habitación, iluminada por los destellos del emocionante juego, así terminó Mario, conocido en su medio como Súpermario, por su gran destreza en los juegos en red.

Haber superado todos los niveles le produce cierto orgullo y reconocimiento de su entorno social que se ha reducido a personas que no conoce en carne y hueso, y que sólo interactúa a través de la red de Internet. Es menor de edad, ha reprobado en año en la escuela, pero se considera un genio que sólo necesita un poco más de tiempo para descollar como un fabricante de juegos y hacerse millonario, pero todo es una fantasía que inspira a su mente, el placer inhibe su deseo de superación.

¿Del videojuego al vicio hay una sola tecla? –“Si”, respondieron Ruth Pareja y Christian Jordán, reconocidos psicólogos nacionales, que desentrañan un fenómeno social que se reproduce en este mismo instante en los hogares bolivianos y cochabambinos.

"La disponibilidad a Internet y a las aplicaciones de juegos es vasta y barata", sostiene Jordán, quien señala que la misma es el punto de partida de una relación entre el individuo y la tecnología, que además tiene la capacidad de producir "placer inmediato".

“El juego como tal no está mal ya que permite explorar el mudo y ver cómo funciona, pero el problema surge cuando el juego, que debería ser la recompensa a un esfuerzo, deja de serlo convirtiéndose en una prioridad que desplaza lo demás”, apunta.

Por su parte, la psicóloga Ruth Pareja sostiene que la pérdida de control de los hijos frente a los videojuegos forma parte de una conducta cómplice de los padres para desligarse de ellos; para tener más tiempo propio, exponiéndolos a un escenario peligroso.

“Los videojuegos sin control son un peligro, un vicio tan o más adictivo que el propio alcoholismo”, dice la especialista, y recuerda que las adicciones se constituyen en las patologías más difíciles de tratar ya que para salir de ellas, el protagonista tiene que reconocer su problema y eso es más complicado en un “cyber-adict”. Añade que este fenómeno está siendo permisible cada vez más por los padres, quienes tampoco reconocen la existencia del problema en la relación con sus hijos.

“Estamos virtualizando a nuestros hijos, estamos dejando que escapen de la realidad y de nuestro control”, afirma Pareja y advierte que este tipo de situaciones producen un proceso psicótico, en el cual el niño o el joven pierde la noción de la realidad sustituyendo al juego como su realidad concreta.

Así mismo Christian Jordán dice que los videojuegos adoptan formas que el inconsciente del niño o adolescente, incluso del adulto inmaduro, asimila como placentero e inhibidor del dolor.

“El adicto al juego tiene dependencia psicológica que se traduce en placer. Posteriormente, está situación se manifiesta en la pérdida de control del comportamiento para dar paso a la compulsión y la combinación ambas conductas degeneran en la necesidad de mayores dosis del placer”, explica Jordán.

El psicólogo afirma que los más vulnerables al vicio de los juegos son los niños y adolescentes. Pero también los adultos inmaduros y las personas con baja autoestima se encuentran en la franja de vulnerabilidad, al igual que los jóvenes que han fracasado en los estudios.

Ambos expertos coincidieron en lamentar que los padres están perdiendo el control de la situación sin darse cuenta que ellos la han generado al no controlar y dosificar el consumo de estos juegos siendo, en muchos casos, testigos de cómo sus hijos se van sumiendo en un mundo virtual desmedido, que sólo los aísla del entorno familiar y no les deja confrontar la realidad para luchar y esforzarse por metas definidas.

Ambos especialistas aseguran que este fenómeno puede manejarse si se racionaliza la relación entre padres e hijos, se establecen reglas y se ponen límites.

Por otro lado, recomiendan a los padres estar más atentos a las conductas de sus hijos y de ser necesario acudir a la ayuda profesional que puede ofrecer un psicólogo para tratar esta adicción.

El vicio a los videojuegos, no sólo amerita el tratamiento del paciente, sino de todos los miembros de la familia que fueron los primeros que no intervinieron a tiempo cuando el problema surgió.



PROBLEMAS

• Pérdida de la noción del tiempo.

• Disminución de las relaciones personales.

• Discusiones o problemas familiares entre padres e hijos.



TESTIMONIO

"Siempre me han gustado mucho los videojuegos.

En 2013, conocí World of Warcraft. Al principio pasaba en la pantalla dos horas diarias al llegar del colegio, pero en las vacaciones las cosas se descontrolaban.

Esperaba a que mis padres se fueran a trabajar para jugar. Empezaba sobre las 6:00, paraba de madrugada; dormía slo cuatro horas, y el resto del tiempo me la pasaba en la consola. No me puedo controlar, quiero eliminar el juego de mi vida pero me es imposible hacerlo. Tengo metas de estudio y este juego es un ancla que no me deja despegar".

Es el testimonio de uno de los usuarios que piden ayuda en la página "dejar.info", un portal donde se puede solicitar asistencia para enfrentar las adicciones, incluida la dependencia de los videojuegos. En los últimos años las nuevas tecnologías han invadido nuestras vidas y, en menos de 20 años, los videojuegos se han desarrollado a toda velocidad.



LOS SÍNTOMAS DE LA ADICCIÓN

Según el psicólogo, Christian Jordán, son varias las señales que se deben advertirse para detectar la adicción a los videojuegos:

Jugar más de tres horas es una señal del vicio.

La irritabilidad mientras no juegan es otra manifestación del vicio.

Constante aislamiento, se queda despierto hasta muy tarde jugando con sus celulares, duermen poco y rinden poco en el colegio.

Manipulan la situación pasa salirse con la suya.

Mienten todo el tiempo.

No tienen límites, no están estructurados, comienzan a revelarse con todo.

Escapan de la realidad constantemente.

Con el sedentarismo comienza a generarse la obesidad.

Cuando estas señales se presentan, los padres deben acudir pronto con un especialista, pues la adicción está "sacando las garras" y debe confrontarse con seriedad.



TOP - GAMES

Flappy Bird.- El curioso pájaro que vuela esquivando las tuberías de Mario se ha convertido, en poco tiempo en un juego más que adictivo. Millones de personas lo tienen en sus dispositivos móviles o en sus tablets.

GTA III.- Rockstar saca juegazos, la saga más popular es GTA, y dentro de la saga se encuentra el noveno juego más adictivo de la historia: el GTA III. Aunque mucha gente se decantaba por las misiones, la mayoría prefería hacer el gamba por Liberty City.

Farmville.- El popular juego de Facebook adorado por medio mundo ( y odiado por la otra mitad) se abre paso entre los juegos más adictivos. Si lo has jugado, sabrás lo adictivo que es, puesto que siempre se intenta mejorar tu granja.

Diablo II.- En la piedra de alma se encuentra a modo de prisión el alma de Diablo, el Señor del Terror. Un juego con una recepción muy positiva. ¿Conseguirá Diablo III superar a su predecesor?

Candy Crush Saga.- King estará orgulloso de su creación. Tanto, que sus sucesores (Pappa Pear Saga, Farm Heroes Saga,) no han sido ni la mitad de exitosas que el popular juego de móvil o tablet. Otro juego con miles de solicitudes en Facebook. El famoso juego de los caramelos vicia a unos y altera a otros.

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