Uno de los elementos más criticados y sujeto a observación permanente en la jugabilidad y contenido de los videojuegos sin duda es la violencia, en muchos países varios analistas han clasificado a este elemento como nocivo y perjudicial en la formación de los niños y jóvenes, distorsionando su realidad sociocultural y minando su pensamiento, es un elemento a considerar y es cierto todo el análisis que psicólogos comentan sobre este punto, dándole al videojuego una característica mala y rechazada por toda sociedad, pues bien, nuestro deber como analistas es también indicar y mostrar elementos negativos que existen en los videojuegos y no solo presentarlos y analizarlos, es nuestro deber proponer estrategias para eliminar estas características malas y combatir con estos puntos desde la familia y la sociedad.
La violencia siempre ha existido en todo entretenimiento, y es un elemento que se puede vencer con análisis y discernimiento de la realidad, aprender a diferenciar lo real de lo ficticio de cada contenido videojugador, para ello es fundamental que los padres participen de los juegos con sus hijos, analicen con ellos, expliquen los elementos que distorsionan la realidad y dialoguen de lo que se puede aceptar y lo que no dentro de la jugabilidad de un game, la responsabilidad con las nuevas tecnologías es deber de todos, autoridades, padres de familia, colegios, instituciones de ayuda social, etcétera.
Para el padre la labor no debe terminar en comprar el videojuego de moda a su hijo y dejarlo a su suerte debe orientarlo y jugando con él comprenderá mejor esta tecnología, no la criticará y encontrará elementos de análisis para la comprensión por parte de sus hijos.
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