El representante potosino fue invitado a exponer su videojuego en Sucre, durante la clausura de la V Olimpiada Científica Estudiantil Plurinacional, competencia en la que Chuquisaca terminó primera con 12 medallas de oro. Potosí quedó antepenúltima con una sola medalla. En la oportunidad un comité de expertos, fuera de concurso, calificó al videojuego de Kennet Llanos como el mejor entre más de 60.
Tenía que ser un niño el que nuevamente dirija la mirada del mundo hacia el Sumaj Orcko, pero de una forma virtual y entretenida. Kennet Limberth Llanos Rodríguez tiene nueve años, es potosino y se ha convertido en el rey nacional del videojuego con uno titulado “Preservación y restauración del Cerro Rico de Potosí”. Así, creativamente, dio forma a una inquietud constante en su vida, ahora transformada en un sueño: que el ícono de los potosinos se preserve por siempre…
Desde su descubrimiento, en 1540, el coloso de plata es testigo de la explotación, la opulencia y la caída en la pobreza de la Villa Imperial que, a pesar de la incesante depredación minera, todavía sigue de pie, sobrellevando como puede la amenaza latente de un desplome.
Esta preocupación extendida entre los potosinos motivó a Kennet, alumno del Quinto B del colegio fiscal Simón Rodríguez, a idear un videojuego con el que pueda concienciar a la sociedad, a los empresarios mineros y a los gobernantes del país sobre la importancia de preservar el Cerro Rico.
Para eso, nada más (y nada menos) puso a funcionar su talento innovador.
El apoyo de la familia
En estos casos, el respaldo familiar suele ser fundamental. Ninguna iniciativa de un niño puede prosperar sin el incentivo de su entorno más cercano.
Kennet es hijo del matrimonio de Pedro Llanos y Eva Martínez, el menor de cuatro hermanos, muy querido por todos en su familia, cuenta a ECOS su hermana Noemy Llanos.
Una influencia: “El Potoquito”
Ella lo define como un poco introvertido, interesado en los estudios, responsable y fanático de los videojuegos. Dice que Kennet no se pierde los noticieros, lee el periódico, revistas y, especialmente, las historietas de “Potoquito”, el personaje de humor de las tiras cómicas de El Potosí creado por el caricaturista, pintor, artesano, músico y escritor Cristóbal Corso.
Un día, el pequeño leyó la convocatoria de la V Olimpiada Científica y le preguntó a su hermana Noemy si podía participar. Así comenzó a dar rienda suelta a un nuevo sueño…
En la Olimpiada y en la “U”
Fue inscrito en el Nivel 1 del concurso y desde entonces, durante cuatro meses, hasta antes de la fase departamental en Potosí, se capacitó en la carrera de Ingeniería Informática de la Universidad Autónoma Tomás Frías, bajo la tutoría de los ingenieros Ariel Mamani, Lizeth Llanos y Leticia Gómez.
El niño se dedicó a su proyecto dos horas al día y escogió al Potoquito (de quien se declara fan) como el personaje central de su videojuego; lo apodó “Pipo”, le puso color y lo recreó con la animación.
El videojuego
Según su relato, creó el videojuego, paso a paso, con Scratch 2.0, un programa utilizado para diseñar movimientos, establecer tiempos e incluir sonidos.
Lo explica con sus propias palabras, es decir, con lo mejor de su conocimiento y, también, de su inocencia:
“Mi juego consiste en que mi personaje principal, Pipo, de Potoquito, recoge las piedras que caen desde el cielo para rellenar el cerro; él tiene que agarrar y piedra por piedra va rellenado el cerro.
Potoquito debe estarse cuidando todo el rato porque si las bombas le caen en su cabeza, en su mano o en una punta, puede morirse con las bombas y el juego se acaba. Y si se cae, entonces, ya no va haber patrimonio”.
Luego, resume que tiene tres niveles y que la idea es no dejarse pillar con las dinamitas. “Así se ganan puntos, se puede llenar el Cerro Rico y se puede ganar el juego”.
Según la ingeniera Llanos, el videojuego (con el que participó en forma individual) junto con otros dos fue preseleccionado entre varios grupos a nivel departamental; finalmente, el de Kennet fue seleccionado como el mejor de todos, especialmente, por el mensaje. Lo penoso es que su categoría acaba en la fase departamental y no pasa a la nacional (a esta instancia, por reglamentos, solo pueden llegar los alumnos de nivel secundaria).
El ingeniero Mamani, quien es también encargado de Capacitación y Organización de la V Olimpiada Científica en Potosí, dijo a ECOS que la Dirección Departamental de Educación (DDE) entregará próximamente a Kennet una medalla de plata como ganador del Nivel 1 de la fase departamental de la V Olimpiada Científica.
Un curioso con futuro
“Kennet tiene curiosidad y potencial como cualquier otro niño de su edad. Está desarrollando sus habilidades”, explica Mamani.
“Yo pienso que va por el camino de la tecnología. Ojalá que, con el tiempo, en lo que desee hacer, sea un buen profesional”, confía la hermana del pequeño innovador.
Fue invitado a exponer su videojuego en Sucre, durante la clausura de la V Olimpiada Científica Estudiantil Plurinacional, competencia en la que Chuquisaca terminó primera con 12 medallas de oro. Potosí quedó antepenúltima con una sola medalla.
En la oportunidad un comité de expertos, fuera de concurso, calificó al videojuego de Kennet Llanos como el mejor entre más de 60.
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