Si los videojuegos están diseñados para escaparse de la realidad, ¿por qué alguien querría escaparse a un trabajo asfixiante y aburrido?
"Eres un inspector de frontera en un puesto de control problemático", dice Lucas Pope, de 36 años, el desarrollador responsable del éxito menos imaginado.
"Las personas llegan a tu ventanilla y quieren pasar de un lado a otro. Hay que verificar sus documentos y que todo esté en orden antes de dejarlos pasar.
"Es difícil describir el juego y que suene divertido".
La verdad que sí. El juego Papers, Please ("Documentos, por favor") puede presumir de ser el primer simulador de trámites de frontera. Se podría decir –con toda razón– que es un vacío que nadie pensó que fuera necesario llenar. Sin embargo, Pope logró crear de alguna manera un juego intenso y atrapante, un thriller claustrofóbico al que le llueven elogios de la crítica.
"Papers, Please está diseñado para hacernos pensar, no está destinado exclusivamente para ser divertido", dice Nicholas
Lovell, del sitio especializado Gamesbrief.com.
Por encima de todo es un antídoto, dice Lovell, para los juegos de masacres y destrucción que históricamente han encabezado las listas de juegos más exitosos.
Y esta semana en los premios británicos Bafta a los videojuegos ganó el premio a la estrategia y simulación, además de estar nominado al mejor videojuego y a otras dos categorías. "Es realmente una locura", dijo Pope, casi avergonzado.
Los juegos independientes están captando cada vez más atención, al ser experimentales.
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