El chip electrónico viene ya perfectamente instalado en las nuevas generaciones y eso hace que los niños tengan mayor capacidad que los adultos para manejar las nuevas tecnologías. La televisión, Internet y sobre todo los videojuegos, son los culpables de que cada vez más haya una enorme pasión por las pequeñas pantallas y de que a los más pequeños y jóvenes les pase factura.
“Es cierto que las consolas pueden convertirse en una forma de entrenamiento para la mente, pero su uso excesivo puede conducir a graves problemas de salud que son fáciles de prevenir”, afirma la doctora Concepción Ruipérez Cebrián, pediatra del Hospital Quirón de Torrevieja (España).
Las compañías diseñadoras de videojuegos son conscientes de que, al crear algo que contenga un elemento adictivo, sus ventas aumentan considerablemente. Los niños y jóvenes se dedican a intentar pasar de nivel y esto les hace interactuar de manera desmesurada con estos dispositivos.
Hay algunos casos en los que los niños han llegado a perder la dimensión de la realidad y del tiempo como consecuencia de tener los mandos en sus manos más de lo debido.
Los beneficios
Todos sabemos que este tipo de entretenimiento genera grandes problemas en la salud, pero, si se utiliza con precaución, podemos obtener también beneficios.
“Las ventajas no son lo que más destacan en los videojuegos, pero es verdad que se puede llegar a agudizar la actividad deductiva. Se estimula la lógica, la agudeza visual y se desarrolla también una mayor rapidez en los actos reflejos”, señala la especialista en pediatría.
Hay que decir que las facultades que se consiguen gracias a un uso controlado de los aparatos electrónicos son, sobre todo, de coordinación ojo-mano, de razonamiento lógico y de capacidad de decisión. Además, el niño podría también ser capaz de trabajar mejor en equipo y de enfrentarse a los retos.
Los riesgos
A pesar de estas posibles ventajas, lo que da más que hablar son los riesgos que pueden provocar los videojuegos.
Según Concepción Ruipérez, “la adicción a los juegos virtuales hace que los niños desechen otro tipo de actividades, como es la actividad física, lo que más escasea entre la población infantil y juvenil de la sociedad actual. Hay poca actividad física en los colegios y menos aún en las casas. Ahora los niños no juegan en los parques y ya no hacen más de dos o tres horas semanales de ejercicio.”
La tendencia al sedentarismo y a la obesidad es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los adictos a los videojuegos. Ellos evitan al máximo cualquier tipo de actividad al aire libre por su permanente interés en el juego.
Pueden estar constantemente frente a la pantalla y encontrar en la comida rápida una solución para no dejar de jugar. El riesgo de sufrir enfermedades de corazón como los altos niveles de colesterol o la hipertensión es latente en aquellos niños que tienen mayor afición por los videojuegos.
“Se están dando numerosos casos de obesidad infantil y esto produce alteraciones cardiovasculares que, inicialmente, pueden no verse, pero que pueden llegar a provocar infartos de miocardio en la edad adulta joven”, dice la experta.
En muchas ocasiones, tienen insomnio porque utilizan de forma exagerada las videoconsolas. Además, si son utilizadas antes de la hora de dormir, producen alteraciones en el sueño, tanto en su estructura como en la conciliación del mismo.
Esto suele afectar al rendimiento escolar, a la habilidad emocional y a las relaciones familiares. “La Asociación Española de Pediatría recomienda menos de dos horas de videojuegos al día y nunca antes de ir a dormir”, apunta la doctora Ruipérez Cebrián.
La salud mental también se deteriora por el uso desmedido de este tipo de tecnología, pues, si no existen unos límites, puede intensificarse la posibilidad de que los niños se enfrenten a un mayor aislamiento social.
La ansiedad, la irritabilidad y la ira son otros de los síntomas que señalan una posible adicción al uso de los dispositivos electrónicos.
“Al tener un estímulo permanente que crea una gran adicción, se pierde el contacto social. Hay niños y adolescentes que no tienen facilidad para relacionarse con los demás y encuentran en este tipo de entretenimiento un incentivo para ello”, agrega la doctora.
Síntomas de adicción
¿Pasas horas jugando sin dormir? ¿Dejas de hacer tus deberes por jugar? Si respondiste que sí, entonces necesitas ayuda profesional.
El tema de la adicción a los videojuegos e internet siempre está vigente, sobre todo en países asiáticos donde los usuarios pasan horas o días enteros sin moverse de la pantalla. Mientras que en Corea del Sur ya hay algunos programas para rehabilitar a los adictos, el resto del mundo todavía no considera esta actividad como algo preocupante.
Uno de los más involucrados en el tratamiento de este desorden es el doctor Han Doug-hyun, del Hospital de la Universidad de Chung-Ang en Seúl, Corea del Sur. Han ha compartido cinco síntomas que podrían ayudar a detectar la adicción al internet o los videojuegos.
1. Si una persona juega videojuegos toda la noche y duerme en el día es una advertencia para buscar ayuda profesional.
2. Si el adicto potencial deja de ir a la escuela por quedarse a jugar en casa.
3. Si la persona necesita sesiones cada vez más y más prolongadas para obtener el mismo nivel de satisfacción de un juego.
4. Si el adicto se irrita con facilidad o tiene problemas de ansiedad al desconectarse o al ser obligado a hacerlo.
5. Si el jugador siente deseos de estar conectado o seguir jugando cuando se encuentra lejos del mundo digital.
¿Qué se puede hacer?
Expertos en el tema coinciden en que la familia es un elemento clave. Instalar la consola u ordenador en un espacio comunitario que no permita el aislamiento ni la desconexión, es uno de los consejos que dan los especialistas para intentar minimizar las consecuencias del enganche a los videojuegos internet. El mejor consejo es educar en el uso responsable.
Además, también es conveniente pactar cuánto tiempo y de qué manera se puede usar la red para fines lúdicos. Para los padres que lean esta nota, es importante averiguar qué videojuegos están usando los jóvenes, negociar el tiempo de uso y hacerles entender que no es una actividad que deba hacerse de forma aislada.
Otro consejo útil es que las personas que sufran este problema ocupen su tiempo con otras cosas. En un principio, será un reto para ellos llegar a entender que hay otras cosas divertidas que hacer además de jugar juegos de video. Ayuda a la persona a identificar una lista de cosas que le gustaría hacer o intentar. Recomienda cosas como el ejercicio, ir al cine, socializar con amigos y probar nuevos pasatiempos. Utiliza el juego para la inspiración. Por ejemplo, si le gustaba jugar tenis en vídeo, anímalo a tratar de jugar el deporte en la "vida real".
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