Existe un largo debate sobre la violencia en los videojuegos. Los estudios hasta ahora no han sido concluyentes sobre su rol al impulsar la violencia en el mundo real. Por todo esto, El Sol presenta una mirada a cinco videojuegos que desataron la controversia por su contenido violento. Sergio Aduviri, "gamer", boliviano, ayudó en esta nota.
Death Race (1976). Cuando llegó a las salas de videojuegos hace más de tres décadas, Death Race (basada en la película de culto Death Race 2000) fue quizás el primer videojuego que despertó la polémica debido a su violencia. En los gráficos pixelados gruesos y en blanco y negro de la época, los jugadores atropellaban gremlins con sus vehículos. Los objetivos chillaban y lloraban, y eran reemplazados por lápidas en la pantalla.
Mortal Kombat (1992). Cuando llegó a las salas de videojuegos en 1992 y a las consolas de los hogares al año siguiente, Mortal Kombat dio un salto debido a sus gráficos realistas, y a la sangre que mostraba. Cosas como arrancar cabezas, sacar corazones y espinas dorsales ayudaron a colocar a Mortal Kombat en la cima de la violencia. La sangre también ayudó a que se convirtiera en uno de los videojuegos más populares de todos los tiempos.
Doom (1993). Probablemente no fue el primer shooter en primera persona, pero realmente popularizó el estilo. Ver la violencia desde la perspectiva del tirador realmente gustó a los jugadores.
También tenía sangre y vísceras, armas de fuego y motosierras. Cuando se supo que los responsables de la tragedia de la preparatoria Columbine en 1999 eran ávidos jugadores de Doom, el juego saltó al frente de la controversia.
Call of Duty: Modern Warfare 2 (2009). El nivel de violencia en el enormemente popular título Call of Duty es probablemente lo que cualquier gamer experimentado esperaría de un título de combate. Pero fue la naturaleza de la violencia lo que llamó la atención. Ubicado en un “futuro cercano”, este shooter coloca al jugador en combates en Afganistán y, por lo menos en una ocasión, se le permite unir fuerzas con terroristas. En una escena, el jugador puede decidir si se une a un aliado que dispara a civiles inocentes en un aeropuerto.
Bulletstorm (2011). Para estar seguros, el videojuego se deleita con una lluvia de groserías sin parar y recompensa las skill kills (habilidades para matar) que incluyen empalar a los oponentes sobre un cactus y partirlos a la mitad. “Lo veo como un juego de shooter adolescente que intenta llamar la atención al ser burdo, obsceno y con una carga sexual”, escribió Aduviri.
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