Little Inferno se adapta perfectamente a la consola de Nintendo. Las condiciones táctiles de la tableta de Nintendo Switch facilitan coger todos los enseres del niño y tirarlos sin compasión a la chimenea de Little Inferno. Si nunca jugaron a este indie de 2012 este no es mal momento porque les sorprenderá por su planteamiento.
Little Inferno tiene un esquema de juego curioso. Eligiendo productos en un catálogo tendremos que pedirlos y lanzarlos a la chimenea tras recibirlos. Al hacerlo arderán y conseguiremos dinero para comprar cosas nuevas y seguir quemándolas a cambio. ¿Y dónde está la gracia del asunto? Pues en que si combinamos distintos elementos concretos entre sí de la manera correcta obtendremos un logro. Para saber cuáles hay que quemar juntos la única pista que tendremos es el nombre de la combinación y el de los propios objetos. Por ejemplo, leemos el combo marineros y para lograrlo tenemos que quemar el muñeco de un pirata y la maqueta de un petrolero.
Lo gracioso es que al acertar conseguiremos nuevos catálogos con nuevos objetos y la historia avanzará. Little Inferno es un cuento trágico pues relata un drama contado en clave de metáfora, nos pone en contacto con otros niños que queman cosas por un fin concreto y nos confiesa poco a poco las intenciones de la empresa que nos la han vendido, a nosotros y a otras tantas personas que pueblan la ciudad.
Con una jugabilidad táctil y tremendamente sencilla, una historia curiosa e interesante y un planteamiento que pocas veces se ve, Little Inferno es uno de esos juegos pequeños que hay que experimentar.
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