Little Nightmares, toma su discurso de las producciones de Playdead, pero cargando las tintas en lo escalofriante. El videojuego de Tarsier Studios nos pone en el chubasquero amarillo de una niña indefensa y hambrienta que necesita huir de unos terribles seres que la persiguen. Para darle forma a esta aventura de cuatro horas de duración, el estudio apela a muchos de los miedos comunes: la oscuridad, el terror que infunde lo desconocido, los monstruos hambrientos de nosotros y un universo que parece el peor de los demonios. La ambientación de Little Nightmares es fantástica, pero por desgracia acaba presentando problemas en su control y unos puzzles no demasiado bien explicados. Al hacerlos mal nos matarán, teniendo que cargar la partida desde el punto de control más cercano, volver a ver los lugares que ya hemos recorrido y haciendo que lo que el juego nos quiera contar se malogre, que se vuelva vulgar. Pese a estos problemas, Little Nightmares es una notable experiencia.
El título de Tarsier Games, nos ofrece uno de esos mundos de juego de los que difícilmente te olvidarás. Little Nightmares se pinta con gritos de suicidios, con oscuridad, con pena, con un mobiliario que es varios palmos más grande que nosotros para que nos sintamos todavía más pequeños, con asesinos y esclavitud, con infancia rota y todo con un tono de absoluta normalidad, como si los condenados ya habrían aceptado que lo son. En el medio de esa oscuridad, surge una niña, Six, que con su chubasquero amarillo como la llama de una vela quiere escapar de todo esto.
El viaje de Little Nightmares, es el de una pesadilla. Formalmente, se desarrolla en un espacio entre las dos dimensiones y las tres. Avanzamos principalmente hacia la derecha o la izquierda, hacia arriba o abajo, pero también podemos explotar la profundidad del entorno. Lo haremos para huir de nuestros enemigos, para encontrar mejores escondites y para explorar cada rincón del escenario. Es interesante descubrir cómo Little Nightmares organiza su relato en función de lo que la niña mira, es un videojuego para tomárselo con calma, para explorar y descubrir lo que la cámara de juego no quiere que percibas a simple vista. En una habitación que creemos ya conquistada, podemos hacer volar la vista de Six y recoger un retazo de historia que cambia el resto de lo que se nos estaba narrando.
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