lunes, 15 de agosto de 2016

Video Videojuegos vs. redes sociales, ¿más “listos” vs. más “tontos”?



“Me cuesta creer que por usar un medio estás perjudicándote; te perjudicas si vas escribiendo mensajitos en el coche y te chocas. En mi experiencia personal y laboral, las redes sociales son un gran invento porque vienen a cubrir la necesidad del ser humano de comunicarse, y yo espero no volverme tonto por usarlas… Hay personas a las que les ha gustado siempre rodearse de otras hablando de estupideces durante todo el día, no creo que eso cambie con las redes sociales”.

Los adolescentes que suelen jugar a videojuegos online obtienen mejores notas en el colegio, mientras que los que utilizan Facebook o chats a diario son más propensos a quedarse atrás en matemáticas, lectura y ciencias, según el estudio “El uso de internet y los resultados educativos entre los estudiantes australianos 15 años de edad”, realizado por expertos de la Universidad RMIT en Melbourne (Australia), publicado en el International Journal of Communication y divulgado por el diario español ABC.

“Mi generación creció con la televisión, y la televisión era un medio pasivo. Muchos de nosotros nos pasamos a la informática e internet, ahora los chicos tienen internet y, si lo analizamos un poco, la interacción es muy superior. Es un medio mucho más activo, en el que tú controlas lo que quieras que pase, no simplemente alguien lo controla por ti”, comienza opinando el experto español Agustín Benito Bethencourt, quien llegó a Sucre para impartir clases de software libre en la Universidad Andina Simón Bolívar.


Él pondera los grados de libertad que se tiene en internet, desde su óptica “muy superiores” respecto a los que da la TV. Entonces —complementa— “no me extraña que las personas que usan internet desarrollen el intelecto mucho más; luego, está claro que algunos lo usan para cosas extemporáneas o que no fomentan el intelecto, pero al menos tienen un mayor grado de libertad, y yo creo que eso es muy positivo”.

A su juicio, los videojuegos requieren en muchos casos de destrezas y de concentración que desarrollan capacidades y, tomados con moderación, son ejercicios interesantes desde el punto de vista intelectual y psicológico. “Con moderación”, aclara Benito, “del mismo modo que ver una hora la TV es interesante, no pasarte toda la tarde viéndola”.

“A mí me cuesta creer que por el hecho de usar un medio estás perjudicándote; te perjudicas si vas escribiendo mensajitos en el coche y te→ →chocas. En mi experiencia personal y laboral, las redes sociales son un gran invento porque vienen a cubrir una necesidad intrínseca del ser humano, que es la necesidad de comunicarse, y yo espero no volverme tonto por usarlas”, bromea el especialista. Luego, “hay personas a las que les ha gustado siempre rodearse de otras hablando de estupideces durante todo el día, no creo que eso cambie con las redes sociales”.

De imbéciles y tontos
Cuando el año pasado el filólogo italiano Umberto Eco dijo que “las redes sociales les dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino”, esta revista invitó a voces bolivianas a expresarse sobre este debate que se regó velozmente por internet. El resultado fue un reportaje titulado “De ‘imbéciles’ y ‘tontos del pueblo’”, que publicamos el 19 de julio de 2015 y que puede ser consultado en internet.

Según el punto de vista de Eco, “una invasión de imbéciles” anida en las redes sociales. El escritor Ramón Rocha Monroy opinó desde Facebook que “las redes sociales permiten que TODOS opinen, así a los ‘intelectuales’ les parezca que tienen limitaciones. Yo NO estoy de acuerdo con Eco y pienso que las redes sociales son una enormísima democratización de la información, la expresión y la opinión pública”.

Entre otras interesantes opiniones recogidas aquella vez, la poeta y editora cochabambina Cecilia De Marchi, asidua de las redes sociales, dijo por ejemplo que “el uso de internet nos hace pensar que somos más inteligentes y estamos mejor informados de lo que realmente estamos”.

Pokémon GO y “lo nuevo”
Según Benito, “Facebook y otras redes sociales han sido el Pokémon GO de su ámbito, es decir, masificaron algo que ya existía, facilitándolo y dándole unos componentes muy interesantes”. Con esto, el español aclara dos cosas: por un lado, que este juego no es algo “nuevo”, en el sentido estricto de la palabra, y por otro que era algo previsible.

“Pokémon GO, como tantas otras innovaciones que han pegado fuerte en el pasado, son la mezcla de varios ingredientes; no es como la aparición de la bombilla (de luz), no fue un invento, sino una confabulación de varias corrientes que se unen y están soportadas por una industria potentísima como la de los juegos”, explica el experto a ECOS.

A continuación, recuerda que “ha habido muchos juegos en los que tienes que salir de tu casa para hacer cosas y para compartir. Ese concepto ya existía, la diferencia es que ahora se hace masivo. De la experiencia de Pokémon GO, la herramienta, el celular está ahí y te permite esa funcionalidad; ahora es descubrir qué puedes hacer con él. Hay muchísimas aplicaciones o iniciativas interesantes dándole al celular usos increíbles, lo que ocurre es que no tenían una industria detrás tan potente como la del juego”.

“Lo que está haciendo Pokémon GO”, en su criterio, “es sacar al videojuego de la casa: del mismo modo que Nintendo levantó a las personas del sillón, ahora los están sacando de la sala de estar o de la televisión de manera compartida. Pero esa idea ya estaba”.


A propósito, dice también que “Japón no ha innovado nada en los últimos 10 años, fuera de la Nintento Wii. Siguen siendo los número uno en electrónica pero en innovación, la Wii”. Ahora, para el caso del Pokémon GO, considera que “es más fácil de copiar” porque se trata de “solo juego”. Y él cree que, atendiendo a ejemplos pasados, “en seis meses, máximo un año habrá 15 o 20 juegos mucho mejores que este”.

Por último, reflexiona: “Era algo que tenía que llegar. Si tú pones una computadora —porque el celular es eso— en las manos de un chico de 18 o 20 años, una computadora mucho más potente que todas las computadoras que nos llevaron a la Luna, algo va a ocurrir. Es que tiene que ocurrir”.

“Los celulares son dispositivos infrautilizados por el software”
ECOS. ¿Le sorprende la fiebre del Pokémon GO?
Agustín Benito (AB). Hoy en día la industria del juego genera más dinero que la industria del cine, tenemos que entender esta fiebre del mismo modo que entendíamos hace 50 o 70 años la fiebre por determinadas películas: se hacían colas en el cine con miles de personas esperando para ver una película, y probablemente sus padres y abuelos creyeron que eso era una estupidez.
Yo creo que es una cuestión generacional. Los juegos se han convertido en el principal entretenimiento de la generación digital y, dentro de esa generación, vamos a ver explosiones de casos sonadísimos. Hay que enmarcar esto también en la revolución del celular, estamos ante el primer caso de un juego para celular, o sea, ante la combinación celular-juego, que ha explotado. Son dos corrientes que se han unido y han tenido la primera eclosión. Y vamos a tener muchas, esto es solo el principio.

ECOS. ¿Dónde está la clave de este éxito?
AB. Hay experiencias locales, por ejemplo, vinculadas al turismo; con determinadas aplicaciones puedes ver determinados monumentos o museos como si estuvieras allí. Esta es, quizá, la primera experiencia verdaderamente global. Yo creo que la clave está más por el lado del celular y la jugabilidad que por la clave de la realidad aumentada; yo creo que a la realidad aumentada le queda un larguísimo recorrido.
Ahora vamos a ver muchos juegos parecidos al Pokémon, vamos a ver innovación interactiva y todo va a mejorar muchísimo y muy rápido.

ECOS. ¿Y en los celulares también o no?
AB. El hecho de que hoy en día haya una computadora en la casa no es solamente porque el padre o la madre lo necesitan para trabajar. Hay una gran presión por parte de los jóvenes y el videojuego y las redes sociales son fundamentales para eso. Hasta ahora, para el videojuego tenías que tener una computadora; eso va a cambiar con los celulares.
En los últimos cuatro o cinco años, la potencia de los celulares ha aumentado a un nivel tan alto y tan rápido que hoy, realmente, son dispositivos infrautilizados por el software. O sea, el hardware es mucho más potente que lo que el software le puede sacar partido. Entonces hay mucho recorrido ahí, sobre todo para la parte de gráficos. Entonces, vamos a ver muchas empresas invirtiendo mucho dinero para sacarle el jugo al dispositivo.

ECOS. A propósito de estas realidades, ¿qué les sugiere estudiar a los jóvenes que están por salir del colegio? Porque en Sudamérica todavía se mantiene la tendencia a querer ser, principalmente, médico, abogado o ingeniero…
AB. Que la revolución digital trae nuevas profesiones , es evidente. Ahora está muy en boga el tema de los robots, y a mí lo que no me gustaría es que, como hace muchos años con la industrialización, la gente tuviera miedo a perder el trabajo o a que te hagan tu trabajo.
La pregunta es: Si todos se meten ahora con la tecnología, ¿qué va a pasar con los trabajos tradicionales que son igualmente necesarios?
Yo soy bastante optimista en ese aspecto. He tenido la oportunidad de trabajar en tecnología para agricultura o ámbitos un poco más tradicionales, y la tecnología lo que hace es convertirte en más eficiente. Pues, con las profesiones y los chicos va a ser igual, o sea, vas a querer ser abogado igual, solamente que tu profesión va a cambiar: tu relación con el juzgado no va a ser a base de papel, fotocopia y el sellado, simplemente va a ser diferente. Vas a necesitar unas capacidades nuevas, que antes no tenían; la interacción con la administración pública va a ser totalmente diferente.

Por ejemplo, yo soy de las Islas Canarias. Tenemos un hospital y es imposible tener especialistas de todo en él porque es una isla muy pequeña, hay 80.000 habitantes. Hay una sala en el hospital a la que tú vas y tienes un videoconferencia con un especialista que está en otro sitio. Y es normal.

Entonces, tú vas a querer ser médico, pero durante el día verás a gente en tu consultorio y durante algunas horas tendrás videoconferencias con gente que está en otro lado. Como estos pacientes tendrán un celular, le enchufarán un dispositivo para tomarse el pulso, para auscultarse solos y el médico estará viendo esos datos en tiempo real; luego, les observará por la cámara y habrá un programa de reconocimiento facial que averiguará si tienes algún problema. Será así, pero querrás seguir siendo médico, solo tendrás que aprender unas cuantas capacidades nuevas. Luego, sí, habrá determinadas profesiones nuevas y otras dejarán de existir. Bueno, así es como lo veo yo; no soy un visionario.

“Hoy en día la industria del juego genera más dinero que la industria del cine, entonces tenemos que entender esta fiebre del mismo modo que entendíamos hace 50 o 70 años la fiebre por determinadas películas: se hacían colas en el cine con miles de personas esperando para ver una película, y probablemente los padres y los abuelos de esas personas creyeron que eso era una estupidez”.

“Lo que está haciendo Pokémon GO es sacar al videojuego de la casa: del mismo modo que Nintendo levantó a las personas del sillón, ahora los están sacando de la sala de estar o de la televisión de manera compartida. Pero esa idea ya estaba”.


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